En este artículo:
La aterradora historia de un cazador que encontró caras deformadas observándolo
Quiso conocer nuevos rumbos, pero lo que encontró a su pasó lo dejó aterrorizado.
Por:Las historias de los cazadores, caminantes y tripulantes de barcos siempre van a llamar nuestra atención, pues en medio de sus viajes estos personajes suelen vivir situaciones que a veces parecen poco creíbles.
Precisamente, esta historia habla de un cazador, un hombre que un día salió a desempeñar su labor como diariamente lo hacía, pero que quizás buscando nuevas experiencias y presas, decidió ir hacía un lugar que no conocía, pero que había escuchado por otros cazadores y amigos, que el lugar era perfecto para llevar alimento fresco a casa y por qué no, conocer nuevas especies.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappEn medio de su travesía, el hombre se bajó de su camioneta, cogió sus elementos de cacería y se dispuso a entrar a ese bosque desconocido.
Mirando todo lo que lo rodeaba e intentando buscar una presa, el hombre caminó durante varias horas, pero cuando intentó regresar, la baja niebla le impidió hacerlo.
Asustado, con hambre y con frío, el hombre empezó a gritar intentando que en el inmenso bosque alguien lo escuchara, pero como nada ocurrió, no vio otra alternativa más que seguir caminando, guardando la esperanza de encontrase a alguien en el camino o por lo menos un lugar dónde descansar y refugiarse.
Luego de varias horas y cientos de kilómetros recorridos, finalmente una cabaña de madera fue quizás la salvación que él vi en medio del bosque, por lo que sin pensarlo dos veces, se adentró a la vivienda. Ya adentro, se topó con la horrorosa imagen de muchos retratos de personas mirándolo fijamente unos parecían 'personas normales', sin embargo, muchos otros estaban transfigurados, pues les faltaban, los ojos y los dientes.
En ese momento el cazador no le prestó mayor atención a las imágenes, pues tanto era su cansancio, hambre y frío, que como pudo buscó una cobija y se acostó a dormir en el primer lugar 'cómodo' que encontró.
Durante la madrugada, una luz alumbró el rostro del cazador y él de inmediato se despertó, pero fue en ese preciso instante, que el hombre se percató que lo que él creía eran retratos, eran personas asomadas por las ventanas.