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Charrito Negro y su experiencia con los duendes: dice que fue 'secuestrado' por uno cuando niño
El cantante contó cómo fue su experiencia cuando fue "secuestrado" por un duende y víctima de la brujería.
Por:El cantante y compositor de música popular Charrito Negro decidió contar una historia paranormal que vivió cuando niño, pero que aún persiste en su vida: dice que ve duendes y cuando niño uno lo raptó.
“A mí a los cinco años me desapareció un duende, por tres días (...) a cada ser humano nos acompaña un duende. El duende me embolató a mí por tres días y me sostuvo con puras guamas, a los tres días me encontraron”, afirmó el artista, en medio del show de Juanpis Gonzalez.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappEn distintas oportunidades, el cantante ha manifestado que esto le marcó su vida. Relató que al vivir tantos años en el campo tuvo que vivir momentos paranormales, pero uno de los que más recuerda fue lo que vivió a sus 5 años cuando se le escapó a su mamá por seguir a su hermana mayor y no ir a la escuela, topándose con un duende el cual lo hizo entrar entre la melaza, según su historia, familia y conocidos lo decidieron ir a buscar debido a que decían que lo escuchaban cantar y hablar.
Incluso, el artista de música popular se atrevió a asegurar que parte de su carrera se la debe a los duendes y que hoy en día, aún, ese ser de cuentos de hadas lo acompaña.
El Charrito Negro también indicó que ha sido víctima de la brujería y que estas malas energías, como él las llamó, han querido atacar su garganta.
En una ocasión, dijo que un exorcista le manifestó que a él le tenían un altar con velas, una persona que no tenía buenas intenciones hacia él. Su familia dice que han sido testigos de cómo, en momentos antes de subirse a la tarima, su voz se veía afectada de un momento a otro.
En sus relatos también cuenta cómo ha vivido milagros y debido a todas esas experiencias paranormales se ha acercado a Dios y la Virgen del Carmen.
El Charito Negro es claro al decir que, así como existe el bien también existe el mal y que como dicen por ahí: “No hay que creer en brujas, pero de que las hay, las hay”.
