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Problemas capilares y su vínculo con enfermedades ocultas
Descubre cómo los problemas capilares pueden ser una señal de alerta de enfermedades ocultas que afectan tu salud general.
Por:La salud capilar es un aspecto esencial del bienestar general que a menudo pasamos por alto. El cabello no solo cumple una función estética, sino que también refleja nuestra salud interna.
Andrés Martínez, CEO de Mediarte, asegura que el cabello depende de un delicado equilibrio de nutrientes, oxígeno y hormonas. “Cuando algo falla en el cuerpo, el cabello es uno de los primeros en reflejarlo”, señala Martínez, subrayando que cambios como la caída excesiva, el quiebre o alteraciones en la textura pueden ser indicadores de enfermedades subyacentes, como anemia, hipotiroidismo o trastornos autoinmunes.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappEl cuerpo humano prioriza sus recursos hacia los órganos vitales, dejando tejidos como el cabello en un segundo plano. Por eso, cuando algo no está bien, el cabello se ve afectado antes que otros sistemas. Según datos de Mediarte, el 15% de los pacientes que acuden a la clínica presentan problemas capilares directamente vinculados a condiciones de salud como anemia por deficiencia de hierro, hipotiroidismo y enfermedades autoinmunes, entre otras.
El cabello como termómetro de salud
“En casos de anemia, es común observar un cabello quebradizo y con mayor caída al peinar o lavar”, explica Martínez. En el hipotiroidismo, el cabello suele volverse más fino, seco y su crecimiento se ralentiza notablemente. Estas señales, aunque pueden parecer simples problemas estéticos, son indicadores de condiciones que requieren atención médica inmediata.
Otro factor clave es el estrés, cuya relación con la caída capilar se ha intensificado en los últimos años. De acuerdo con Mediarte, los casos de caída relacionada con estrés, conocidos como efluvio telógeno, han aumentado un 20% en los últimos dos años. Este fenómeno puede aparecer semanas después de un evento estresante y genera una pérdida difusa de cabello. Además, el estrés puede agravar condiciones genéticas como la alopecia areata y la alopecia androgenética, que afectan a entre el 70% y 80% de los pacientes.
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Un enfoque integral para tratar la caída del cabello
En Mediarte, el abordaje de los problemas capilares incluye herramientas avanzadas como la tricoscopía digital y análisis de sangre específicos, los cuales permiten identificar deficiencias nutricionales, trastornos metabólicos y otras causas subyacentes.
“No todos los casos de pérdida de cabello tienen el mismo origen ni requieren las mismas soluciones”, destaca Martínez, quien insiste en la importancia de tratamientos personalizados que ataquen la raíz del problema.
Más allá de la salud física, la pérdida de cabello tiene un impacto emocional profundo en los pacientes. Según Martínez, muchas personas reportan una disminución en su autoestima, afectando su desempeño laboral y relaciones personales. “La alopecia no solo cambia la apariencia, también afecta la confianza de las personas en su día a día”, asegura.
El cabello como una inversión en bienestar
El cabello, aunque frecuentemente percibido como algo superficial, es un verdadero termómetro de la salud. Martínez concluye que prestar atención a los cambios en el cabello no solo previene problemas estéticos, sino que puede alertar sobre condiciones médicas graves que, si se detectan a tiempo, pueden marcar una diferencia en la calidad de vida. “Si notas algo inusual en tu cabello, no lo ignores. Podría ser la señal de algo más grande que tu cuerpo intenta comunicarte”, aconseja.
