Principales enfermedades que afectan a los gatos: ¿cómo detectarlas a tiempo?

Los gatos, al igual que cualquier otro ser vivo, están expuestos a una serie de enfermedades que pueden comprometer su bienestar. Conocer las más comunes y sus síntomas te ayudará a identificar cualquier problema de salud de manera temprana, brindándole a tu felino los cuidados y tratamientos adecuados para garantizarle una vida larga y saludable. A continuación, te presentamos algunas de las enfermedades más frecuentes en los gatos y cómo prevenirlas. 

Lee también: Horas y horas de sueño: la verdadera razón por la que los gatos duermen tanto

Enfermedades más frecuentes en gatos 

• Insuficiencia renal crónica: esta es una de las enfermedades más comunes en los gatos, sobre todo en aquellos de edad avanzada. La insuficiencia renal crónica se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal, lo que afecta la capacidad de los riñones para filtrar toxinas del cuerpo. Los síntomas incluyen pérdida de apetito, pérdida de peso, vómitos, sed excesiva y orina frecuente. Aunque no tiene cura, se puede manejar con una dieta especial y tratamientos que ayuden a mejorar la calidad de vida del gato.  

• Hipertiroidismo: el hipertiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides produce un exceso de hormonas. Esta condición es más común en gatos mayores y se manifiesta a través de síntomas como pérdida de peso, aumento del apetito, sed excesiva, hiperactividad y en algunos casos, problemas cardíacos. Un diagnóstico temprano es esencial para controlar la enfermedad a través de medicamentos, terapia con yodo radiactivo o cirugía.  

• Diabetes mellitus: al igual que en los humanos, la diabetes mellitus afecta la capacidad del cuerpo de procesar adecuadamente el azúcar en la sangre. Los gatos diabéticos suelen presentar aumento de la sed, orina excesiva, pérdida de peso y letargo. Con el tratamiento adecuado, que generalmente incluye una dieta controlada y, en algunos casos, inyecciones de insulina, muchos gatos pueden vivir una vida plena.  

• Obesidad: el sobrepeso es uno de los problemas de salud más comunes en los gatos domésticos y puede derivar en una serie de complicaciones graves, como enfermedades cardíacas, problemas articulares y diabetes. Mantener a tu gato en un peso saludable mediante una alimentación balanceada y estimulando el ejercicio es clave para prevenir problemas relacionados con la obesidad.  

• Enfermedades dentales: los problemas dentales, como la acumulación de placa bacteriana, gingivitis o la periodontitis, son frecuentes en los gatos y pueden causar dolor, infecciones e incluso la pérdida de piezas dentales. Es fundamental mantener una adecuada higiene bucal en los gatos, cepillándoles los dientes regularmente o proporcionando juguetes que ayuden a limpiar su boca.  

• Enfermedades respiratorias: los virus respiratorios, como el calicivirus y el herpesvirus felino, son bastante comunes, sobre todo en gatitos y en gatos que tienen un sistema inmunológico debilitado. Estos virus pueden causar síntomas como estornudos, secreción nasal y ocular, fiebre y falta de apetito. Aunque muchas de estas infecciones pueden tratarse, es importante vacunar a los gatos para prevenirlas.  

• Problemas urinarios: las infecciones del tracto urinario, los cálculos renales y el síndrome urológico felino son comunes, especialmente en gatos machos. Estos problemas pueden presentar síntomas como dificultad para orinar, sangre en la orina y micción frecuente o dolorosa. Si no se trata, una obstrucción urinaria puede ser fatal, por lo que es fundamental estar alerta a cualquier signo y llevar al gato al veterinario de inmediato.  

• Enfermedades infecciosas: entre las enfermedades virales más graves que afectan a los gatos se encuentran la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF). Ambas enfermedades atacan el sistema inmunológico, lo que hace que el gato sea más susceptible a otras infecciones. Aunque no tienen cura, la vacunación y un ambiente controlado pueden prevenir el contagio.  

• Tumores: los gatos, al igual que los humanos, pueden desarrollar tumores tanto benignos como malignos. Si detectas cualquier bulto o crecimiento anormal en tu gato, es importante que un veterinario lo examine. Algunos tipos de cáncer en gatos, como el linfoma, pueden ser tratados con éxito si se detectan a tiempo.  

Síntomas para tener en cuenta 

Te podría interesar: Así un gato te dice “te quiero” sin que te des cuenta

• Cambios en el apetito: tanto la pérdida de apetito como el aumento repentino pueden ser señales de que algo no anda bien. 

• Cambios en la sed: un aumento o disminución en la cantidad de agua que consume tu gato puede indicar problemas renales, diabetes o infecciones. 

• Vómitos y diarrea: aunque los vómitos ocasionales pueden ser normales, si son persistentes o van acompañados de diarrea, es importante consultar a un veterinario. 

• Pérdida de peso: una pérdida de peso sin razón aparente puede ser síntoma de hipertiroidismo, cáncer u otras enfermedades. 

• Letargo: si notas que tu gato está más cansado o apático de lo habitual, podría estar enfrentando algún problema de salud. 

• Dificultad para respirar: tos, estornudos frecuentes o dificultad para respirar deben ser motivo de preocupación. 

• Problemas para orinar: sangre en la orina, orinar con dificultad o con demasiada frecuencia son signos de infecciones o problemas urinarios. 

• Cambios en el comportamiento: si tu gato se muestra más agresivo, temeroso o se aísla, es posible que esté sufriendo alguna dolencia. 

• Problemas de piel: picazón excesiva, pérdida de pelo o lesiones en la piel pueden indicar alergias, parásitos o infecciones. 

¿Cómo afrontar la muerte de mi gato? Consejos para sobrellevar el duelo

Por qué los gatos muerden de repente y cómo enseñarles a no hacerlo

¿Cuánto tiempo tarda un gato en elegir a su persona favorita? Lo que no te habían contado

Prevención de enfermedades de gatos 

• Vacunación: mantener al día las vacunas de tu gato es fundamental para protegerlo de enfermedades graves. 

• Alimentación balanceada: proporcionar una dieta de alta calidad y adecuada a las necesidades de tu gato ayudará a fortalecer su sistema inmunológico. 

• Visitas regulares al veterinario: las consultas periódicas al veterinario permiten detectar enfermedades en sus primeras etapas, lo que facilita su tratamiento. 

• Higiene dental: cepillar los dientes de tu gato o proporcionarle juguetes que ayuden a limpiar su boca es esencial para evitar problemas dentales. 

• Control de peso: evitar la obesidad es clave para prevenir muchas enfermedades. Proporciona una dieta adecuada y fomenta la actividad física a través de juegos. 

No dejes de leer: ¿Es seguro que los gatos coman brócoli? Guía completa