Palabras usadas por los menos ‘inteligentes’ y que restan credibilidad

Según la Inteligencia Artificial, existen algunas palabras o frases que, tras análisis de lenguaje y estudios en comunicación, tienden a repetirse con mayor frecuencia entre personas que buscan sonar seguras, pero que a veces reflejan dudas o carencia de confianza en sus ideas.  

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Sin embargo, hay que recordar que la inteligencia es multifacética y el uso de ciertos términos no define necesariamente la capacidad intelectual de alguien. Dicho esto, estas son algunas expresiones recurrentes: 

"Literalmente": Se usa para enfatizar, pero a veces se emplea incorrectamente, lo que puede hacer que el discurso parezca impreciso. 

"Cosas" o "algo así": Estas palabras son vagas y pueden dar la impresión de falta de precisión en lo que se quiere expresar. 

"En plan" (o "tipo"): Suele introducir ideas, pero se convierte en una muletilla si se usa en exceso, lo cual puede hacer que la persona parezca insegura de lo que está diciendo. 

"Básicamente": Al igual que "literalmente", se usa para enfatizar, pero en exceso puede parecer que falta claridad en las explicaciones. 

"Obvio" o "obviamente": A veces se usa para añadir autoridad, pero puede dar una impresión de desdén o de simplificación. 

"Es que": Cuando se utiliza mucho, puede sonar a excusa, y si se repite, parece que falta una estructura sólida en las ideas. 

"Muy" o "súper": Este tipo de adjetivos pueden hacer que las afirmaciones suenen exageradas y poco precisas. 

"Siempre" y "nunca": Generalizaciones que, si se usan en exceso, pueden sonar absolutistas y reflejan una falta de flexibilidad o matiz. 

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¿Cómo enriquecer el vocabulario? 

Para fortalecer la inteligencia y enriquecer el vocabulario, puedes incorporar hábitos y actividades que estimulan el pensamiento crítico y amplían tu conocimiento de palabras. Aquí tienes algunas estrategias efectivas: 

1. Lectura variada y constante: lee libros de géneros diversos, desde novelas hasta ensayos y artículos científicos. Explora temas nuevos que te desafíen. Esto no solo te expone a vocabulario específico, sino que también amplia tu perspectiva. 

2. Aprende palabras nuevas a diario: dedica unos minutos al día a aprender palabras nuevas. Puedes usar apps de vocabulario o incluso seguir cuentas de “palabra del día”. Trata de incorporar estas palabras en tus conversaciones o escritos; el uso regular ayuda a que se conviertan en parte de tu repertorio. 

3. Escribe regularmente: lleva un diario o intenta escribir reflexiones sobre los temas que lees o aprendes. La escritura te obliga a organizar tus pensamientos y a buscar las palabras exactas, lo que amplía tu vocabulario y estructura mental. 

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4. Juega con palabras y desafíos cognitivos: juegos como crucigramas, Scrabble o apps de palabras ayudan a ampliar tu vocabulario mientras te diviertes. Resolver problemas o rompecabezas refuerza tu capacidad de pensar creativa y críticamente. 

5. Conversa con personas cultas: habla con personas que tengan conocimientos en temas que desconoces. Esto no solo expande tu vocabulario, sino que también abre tu mente a nuevas formas de pensamiento. Observa las palabras que utilizan y no temas pedir explicaciones o ejemplos. 

6. Profundiza en temas de interés: elige un tema que te apasione y aprende términos técnicos o especializados de ese campo. Los intereses específicos te motivan a investigar y recordar.