¿No sabes qué hacer? Consejos prácticos para darle el medicamento a tu perro

¿Cuál es la mejor forma de ocultar una pastilla?

Esconder una pastilla en la comida es una técnica clásica que puede ser muy efectiva. Los alimentos con sabores intensos, como mantequilla de maní, queso o carne picada, son ideales para camuflar el medicamento. Toma un pedacito del alimento y asegúrate de envolver bien la pastilla antes de ofrecérselo a tu perro. Si tu perro es de los que desconfían, puedes darle primero una bolita sin pastilla para que confíe y, luego, la que contiene el medicamento.

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¿Qué hacer si mi perro detecta la pastilla?

Algunos perros tienen un olfato tan desarrollado que detectan la pastilla en la comida y la escupen. Si esto sucede, intenta triturar la pastilla (asegúrate de que el veterinario lo permita) y mézclala con una pequeña cantidad de alimento húmedo. Esta técnica hace más difícil que el perro separe el medicamento del resto de la comida.

Otra alternativa es usar cápsulas vacías o envolturas especiales para ocultar el sabor de la medicina. Estos productos están diseñados específicamente para ayudar a los dueños a darles medicamentos a sus mascotas y son fáciles de conseguir en tiendas de artículos para mascotas.

¿Cómo administrar jarabes o líquidos?

Los medicamentos líquidos pueden parecer más sencillos de administrar, pero también tienen sus retos. Para evitar que tu perro derrame el jarabe o lo escupa, lo mejor es usar una jeringa (sin aguja) para darle la dosis directamente en la boca. Coloca la jeringa en la comisura de los labios, inclina su cabeza ligeramente hacia arriba y administra el líquido de manera lenta y constante. Dale tiempo para tragar y no lo apresures; de esta forma, evitas que el perro se atragante o escupa parte del medicamento.

Después de darle el jarabe, recompénsalo con una caricia o un pequeño premio. Esto ayudará a que tu perro asocie el proceso con algo positivo y sea más cooperativo la próxima vez.

 ¿Qué hacer si el perro se resiste o está nervioso?

Si tu perro es de los que se ponen ansiosos al ver que tienes un medicamento en la mano, es importante que te mantengas calmado y adoptes un enfoque relajado. Los perros perciben el estrés de sus dueños y pueden ponerse aún más nerviosos si sienten tu tensión.

Intenta distraerlo con caricias o juegos antes de darle el medicamento. Algunos dueños encuentran útil administrar la medicina después de un paseo o una sesión de juego, cuando el perro está cansado y más dispuesto a cooperar. Si tienes a alguien que te ayude, uno puede sostener y tranquilizar al perro mientras el otro le da el medicamento.

¿Qué técnicas pueden facilitar la tarea?

Una técnica que funciona con algunos perros es usar un aplicador de pastillas, un dispositivo que permite colocar la pastilla al fondo de la boca del perro sin necesidad de poner los dedos en su boca. Este método puede ser más seguro y efectivo, especialmente con perros grandes o de temperamento nervioso.

Otra opción es entrenar a tu perro para que acepte medicamentos como parte de su rutina. Empieza con premios pequeños que le gusten mucho y, poco a poco, introduce las pastillas o medicamentos camuflados en esos premios. Con el tiempo, tu perro aprenderá a relacionar el proceso con un resultado positivo.

Recompensas: el toque final

No subestimes el poder de una recompensa. Ya sea una golosina, palabras de aliento o una sesión de juego, recompensar a tu perro después de tomar el medicamento es fundamental para que el proceso sea más llevadero. Esto no solo refuerza el comportamiento positivo, sino que hace que la próxima vez sea más sencillo y menos estresante tanto para tu perro como para ti.

Dar un medicamento a tu perro puede parecer un desafío, pero con paciencia, técnica y las estrategias adecuadas, puedes convertirlo en un momento más fácil y sin dramas.