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Un repaso y lo que quedó del Estéreo Picnic, el festival que revivió el alma musical de Bogotá
Un coctel de emociones, el poder de la música en vivo, el duelo, abrazar la vida y más que de lo que dejó el festival que revivió a Bogotá.
Por:Fueron casi tres años de espera, dos de ellos en los que una pandemia estuvo de por medio y puso en puntos suspensivos el regreso de los eventos masivos.
Después de la incertidumbre, de tiempos en los que hubo que conformarse con sencillos y álbumes que eran escuchados en la sala de las casas, el panorama se despejó este 25, 26 y 27 de marzo, tres días en los que el Estéreo Picnic le dio un revuelto de emociones a más de 100.000 personas en torno a la música. El tapabocas dejó de existir, la distancia también desapareció y solo hubo espacio para cantar y bailar apretados en los escenarios del festival, sentir las pieles de extraños después de estar acostumbrados a los metros de separación y ratificar que nada se compara a la música en vivo.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappClaro, ya habían sido varios los conciertos que tuvieron lugar en la capital, pero 'festivalear' es otra cosa. Como muchos, asistí por primera vez a un evento de este tamaño y podría decir que todos llegamos a una conclusión: lo repetiría otra y otra y otra vez.
Día 1: El duelo, el consuelo y la contención musical
La tarde prometía para los que empezaban a llegar y Piel Camaleón, Briela Ojeda, Los Niños Telepáticos, entre otros, fueron los primeros en retumbar los parlantes que anunciaban el regreso del FEP.
Horas más tarde, Idles se llevó la atención de quienes pasaban por el escenario Adidas ¡Tremendos! Todos los integrantes vestidos con la camiseta de la Selección Colombia, eléctricos, llenaron las expectativas de sus fanáticos y les dieron un coctel de emociones a quienes no los conocían. "I fucking love you, i really love you", interpretaban de la forma más visceral.
La noche siguió encendida con las luces que dejaron los artistas del día, hasta que a las 10:10 p.m. se apagaron. "Marica, que el baterista de los Foo Fighters se murió", nos dijeron a mí y a mis compañeros mientras esperábamos a que salieran los Black Pumas. Creímos que era un chiste de mal gusto, como siempre quisiera uno que fuera la muerte, hasta que haciendo maromas por encontrar señal confirmamos en Twitter la noticia.
Minutos más tarde, Eric Burton salió al escenario y terminó de hacer cierto lo que nadie quería creer. "Cuando este momento de silencio acabe, queremos que hagan la mayor cantidad de ruido posible por Foo Fighters y Taylor Hawkins", dijo Burton. Todos se callaron y en breve, los gritos se elevaron, como muchos quisieron que se haya elevado el alma de Hawkins.
La muerte tan repentina, para la que nadie está preparado y el duelo que residió en los seguidores de la banda, tuvo que ser contenida por los Pumas. Continuaron con un show respetuoso para una audiencia triste y la catarsis fue por cuenta de la música.
Entretanto, el escenario que iba a ser el de Dave Grohl y su banda, quedó apagado. Lo rodearon velas y un mensaje en la pantalla que comunicaba la noticia.
Un día para no olvidar.
Día 2: El show continuó y el folclor fue el común denominador
El campo de golf volvió a ser pisado por miles de asistentes que con el corazón lesionado, llegaron para volver a celebrar la vida, era la opción para los que quedamos y para quienes esas fisuras, la música resulta ser remedio.
El sábado 26 de marzo se convirtió en el día en el que el Estéreo Picnic tuvo más asistentes en toda su realización y desde tempranas horas el ambiente fue calentado por los ritmos que representan al país. Bejuco llevó la batuta en un inicio con el sonido de la marimba y los tambores, calentando a muchos rolos al son del pacífico.
Un rato después, cientos de personas llegaron a la presentación de Los Gaiteros de San Jacinto. Sorpresivamente, todos supieron bailar cumbia y fue evidente la representación que sintieron en Rafael Castro -el artista más longevo en presentarse en el festival- y su agrupación.
Cuando el sol se fue, los dos shows más esperados del día reunieron toda una magnitud. Por un lado, C. Tangana preparó toda una película en vivo en la que hizo un recorrido desde sus inicios hasta ahora. Flamenco y hasta salsa hicieron cantar en unísono a quienes anhelaban verlo y quedó, para muchos, como el artista con la mejor de las presentaciones de los tres días.
Luego vino Balvin, otro de los motivos por los que pudo haber tanta gente y quien dejó desinflado a más de uno. La altura le afectó, evidentemente, pues no hubo una canción en la que terminara sus estrofas sin sonar agitado, fue uno de los más criticados, también porque el sonido para los que estaban atrás no llegó a ser claro.
Sin embargo, en el momento el ambiente entre el público fue de regocijo y baile, todos cantaron a grito herido sus canciones mientras que 'El niño de Medellín', solo en tarima, hacía su show. Tuvo espacio para rendir homenaje a Taylor Hawkins, a La Etnia y también recordar cómo empezaron sus presentaciones en la capital.
Sí, el folclor fue el común denominador y eso se ratificó cuando la noche cerró con broche de oro el día dos. Oro, sí, pues el Binomio brilló como la primera agrupación vallenata en estar en este evento en un escenario que le quedó pequeño, pues la gente rebosaba y desde las afueras, interpretaban los éxitos del grupo que inició con Rafael Orozco e Ismael Romero. Hubo un himno nacional alternativo para Colombia y se llamó 'Osito Dormilón', no hubo géneros que diferenciaran al público en la hora que duró el show.
Otra noche que trasgredió corazones.
Día 3: La despedida, pese al cansancio, con el ánimo arriba
Para muchos las baterías ya podían estar en cero, después de dos días repletos caminatas largas y constantes, así como también de fuertes trasnochos. Pero hay que hacer énfasis en que tiempo jugó a favor del festival y como pocas veces ocurre: no llovió, y esto hizo propicio que aún quedaran ánimos para cerrar a tope el último día.
Aunque la tarde inició 'tranqui' con artistas como Paula Pera, W.Y.K., Bruses, Mala Bengala, Ashinkko y Pabllo Vitarr, los ánimos volvieron a subirse a todo nivel con los protagonistas del día: LP, Doja Cat, A$ap Rocky y Nina Kraviz.
Nuevamente, el homenaje a Taylor Hawkins estuvo en las presentaciones de los artistas, muchos brillaron pese a las críticas (como fue el caso de Doja Cat, quien pidió disculpas por su respuestas recientes a fanáticos) y los rostros reflejaron la necesidad de los escenarios para revivir, dejar salir a ese que todos llevamos en el interior y que solo sale en espacios en los que nadie ve y solo sienten, como lo fue el FEP.
Cosas por mejorar, claro. El trancón, la señal que no permitió el mejor de los cubrimientos por parte de la prensa y detalles en la logística, de seguro deben ser tenidos en cuenta para las próximas realizaciones, pero de seguro el Estéreo Picnic cumplió a cabalidad el reto de demostrar que los grandes eventos pueden, por fin, volver a la ciudad.