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Mujer cuenta que cuando se fue a vivir con su tóxico de nueve años, este se convirtió en 'psicópata'
No hay peor ciego que el que no quiere ver y un enamorado manipulado. Atentos a las señales de relaciones tóxicas.
Por:Todos en algún momento nos hemos encontrado con bellas historias de amor salidas de cuentos de hadas, pero también hemos escuchado historias que parecen un cuento de terror. Y es que en definitiva el término responsabilidad afectiva queda en el olvido cuando empezamos a vivir una relación tóxica.
Detrás de toda relación caótica existe la manipulación de alguna de las partes y, es en ese momento cuando se cae en un “ceguera amorosa”, pues se está tan manipulado que simplemente se normaliza cualquier acción de la pareja, justificando todo lo que pasa en ella: una mala palabra, un gesto agresivo, o los celos incontrolables.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappComentarios como: ¿Por qué saludas así?, eres coqueta ¿Por qué te vistes de esa forma? ¿Dónde estabas y con quién? , fueron las frases y cuestionamientos que, por dos años tuvo que escuchar Mariana, una oyente que llamó a El Cartel de La Mega a contar su historia de amor, que pasó a convertirse de un cuento de hadas a una pesadilla.
Mariana sostuvo una relación de 9 años con quien llamaremos “Andrés”. De los 9 años de relación, seis de ellos fueron casi perfectos, dice ella, sin embargo, contó que siempre vio que su novio era un poco celoso, pero lo vio algo normal, ignorando las señales de toxicidad que se avecinaban.
En medio de su historia de amor decidieron irse a vivir juntos sin imaginar, como se dice coloquialmente lo que “se le venía pierna arriba”, pues luego de convivir juntos las cosas empezaron a cambiar o quizás empezaron a mostrarse tal y como eran.
Andrés comenzó a convertirse en un loco, psicópata, a tal punto que le empezó a prohibir que se hablara con cierta personas de su alrededor, porque le molestaba la supuesta forma de expresarse: “Yo soy una persona super extrovertida, entonces íbamos a un restaurante y yo saludaba al mesero y él me decía que por que le coqueteaba al mesero”, indicó a La Mega.
Era tanta la manipulación que vivía Mariana que su autoestima se vio afectada pues Andrés la hacía sentir mal con ella misma, afectando su autoconcepto.
Señala que se sentía una mujer fea y llegó a pensar que jamás nadie se fijaría en ella solo su pareja. (Señal clara de manipulación). Mariana afirma que siente pena de contar esto, pero que lo hace para que las mujeres estén atentas a esos comportamientos y no pasen lo que ella pasó. Para emparejar la situación, Mariana trabajaba de domingo a domingo y era la encargada de mantener económicamente el hogar, mientras el hombre no hacía nada, como dice el dicho: “Aparte de ladrón bufón”.
Un día Mariana ya cansada se fue de viaje y decidió darse un respiro de esta relación toxica, su familia conservadora no estaba de acuerdo y mucho menos, su entonces novio quien sin ser casado le dijo que está abandonando el hogar, a ella no le importó y aun así se fue y los aires de otros lugares le hicieron caer la venda que por tantos años tuvo y de regreso a su casa iba decidida a acabar la relación.
Su ex pareja al verla tan decidida comienza a intentar cambiar, pero ya era demasiado tarde pues Mariana estaba firme con la decisión por lo que le dijo que lo mejor es que él o ella se fuera de la casa, pasaron los días y Andrés no se iba por lo que ella tuvo que marcharse una semana donde una amiga hasta que él se fuera.
Todo parecía haber terminado con él y Mariana retomó su vida o eso era lo que ella pensaba, pero un día salió con una amiga a bailar y no se quedó en casa, cuando regresó lo vio a él en su apartamento haciéndole cuestionamientos de dónde estaba y con quién, por lo que tuvo que tomar la decisión de cambiar las chapas de su apartamento y decirle los celadores que estaba prohibida la entrada de ese sujeto.
Así es como termina una historia de hadas en una pesadilla, una vez más aprendemos a estar atentos a las banderas rojas, con un alto en el camino podemos evitar situaciones doloras o complicadas.