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La relación que tuvimos de niños con nuestros padres afecta nuestra vida amorosa
Qué tipo de relación es la que llevas, ¿relación tóxica, violenta o sana?. Conoce aquí cómo duplicamos las conductas de nuestros padres.
Por:Las relaciones interpersonales siempre tienen sus altos y sus bajos, sin embargo, en ocasiones no sabemos qué influye en el cómo nos relacionamos.
¿Sabía qué la relación que tuvimos en la infancia con nuestros padres afecta nuestra vida amorosa?, la psicóloga Alejandra Castro explicó que la relación con nuestros progenitores influye grandemente en los vínculos románticos.
Sigue las noticias de La Mega en Whatsapp“Los padres son las primeras personas con las que tenemos contacto, creamos lazos de afecto, vínculos de apego y de amor. Todo lo que ellos nos enseñan, el cómo se ama, se respeta, se quiere, lo duplicamos con nuestras parejas”, indicó.
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Si se experimentó una infancia sana, en la que los padres enseñaron de la forma adecuada de amar, se verá reflejado en relaciones construidas desde el respeto y la libertad; en el caso contrario si se crece en un ambiente familiar conflictivo, de la misma manera se replica ese comportamiento en relaciones complicadas.
“Por ejemplo, si yo me críe en un ambiente donde me golpeaban y yo considero que eso es amor, voy a buscar una pareja que también me golpee a mí, porque es la única forma en la que yo encuentro el amor”, aseguró.
La relación con quienes nos otorgaron la vida, tiene consecuencias en nuestros vínculos románticos, “desde que nos atrae una persona, ya hay un patrón conductual de nuestros padres, por ejemplo, si me gusta alguien alto puede estar replicándose un patrón, en mi familia de pronto todos los hombres son altos, entonces un hombre bajito no me va a gustar", agregó.
Dependiendo del ambiente familiar que se vivió desde la infancia, se desarrollan diferentes tipos de relaciones amorosas, hay tres tipos que predominan en la sociedad.
La relación sana, “que se caracteriza por amar en completa libertad, respetar, tener comunicación asertiva”, explicó Alejandra Castro.
La psicóloga profundizó en la relación violenta, en la que se encuentran 4 fases. La luna de miel, donde todo es romance y no hay nada negativo; seguido de la acumulación de tensión, donde los dos tendrán una discusión explosiva, se pueden decir todo lo que sienten, sin ningún límite; la tercera fase es el periodo violento, donde se puede evidenciar gritos o abusos; por ultimo está el temor a la perdida de la relación, donde ambos se prometen un cambio, se ofrecen regalos y normalmente tienen relaciones íntimas, aclaró también que en este tipo de relación tiene su base en las relaciones sexuales muy satisfactorias y por ello se hace difícil que la pareja se deje.
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La relación tóxica, caracterizada por la dependencia emocional, el egoísmo y la manipulación, uno de los dos es una persona pasiva y otro es dominante, el dominante reprime al pasivo, este último empieza asentirse inseguro y a tener la sensación de que si no está con esta persona su vida no va a estar bien. convirtiéndose esto en un círculo vicioso.
Comúnmente seguimos las conductas de la relación amorosa de los padres con nuestras parejas . “Pueden ocurrir dos cosas, la primera es que copiemos esos patrones de conducta de alguno de nuestros padres o puede pasar que, al ver una relación conflictiva entre ellos, yo me reprima al no querer tener pareja, debido al temor de sufrir lo que vio en sus padres”, añadió.
Pero ¿se puede cambiar el tipo de relaciones amorosas que llevamos o buscamos?
Si se puede, se recomienda que sea con terapia psicológica, porque “cuando observamos el tipo de relación que llevamos podemos decir okey, yo quiero llevar mis relaciones de otra forma, cambiando ese tipo de patrones conductuales que se tienen y que hacen que yo atraiga determinado tipo de personas”, indicó que es vital para poder tener una relación más sana con otras personas y con parejas futuras.
La Psicóloga explicó además que “es importante que como seres humanos asumamos que cometemos errores y traemos cosas de nuestra infancia que siempre podemos cambiar, cuando lo hacemos podemos ver la diferencia en las personas que atraemos, el cambio en nosotros, y el tipo de relaciones amorosas que tenemos”, concluyó.