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La razón por la que los cocodrilos no pueden sacar la lengua
Aquí en La Mega le explicamos por qué los cocodrilos no pueden sacar la lengua
Por:La naturaleza tiene impactado a más de uno. Los animales tienen una manera diferente de vivir y cada uno de ellos se adapta a su habitad.
Uno de los más curiosos son los cocodrilos, quienes viven en el agua, parecen muy tranquilos, pero toca tener mucho cuidado con ellos. Estos reptiles vienen de la familia de los saurópsidos.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappActualmente, hay cerca de 14 especies de estos animales. Estos son grandes reptiles semiacuáticos, que viven en las regiones tropicales de África, Asia, América y Australia. Los cocodrilos marinos tienen una longitud de 3,5 a 6 metros. El americano de 4,1 a 4,8 metros y el Nilo de 4,2 metros.
Algunos se preguntan de qué se alimentan estos reptiles y la respuesta es de vertebrados, es decir, peces y mamíferos. Hay que destacar que, en algunas ocasiones, comen invertebrados, como los moluscos y crustáceos.
Los cocodrilos son animales que pesan casi 750 kilogramos. Tienen una piel muy seca y dura. Además, podrían vivir entre 50 a 80 años.
Hay que destacar que, las fosas nasales y los ojos están en la parte de arriba de la cabeza. Esto le ayuda a respirar y observar muy bien a su presa, sin que nadie lo vea.
Ellos tienen la ventaja de que, respiran parcialmente al estar sumergidos, por lo que cierran un pliegue de la garganta. Esto ayuda que se les meta el agua en sus pulmones.
¿Por qué los cocodrilos no pueden sacar la lengua?
Ahora bien, otra duda que se tiene es esta. Por lo cual, aquí en La Mega le explicaremos por qué ocurre. La respuesta es sencilla. La lengua se sujeta en la parte superior de su boca a través de una membrana muy fina, que tiene que introducirse en lo más profundo del río paraasí lograr tomar agua.
Los cocodrilos no han cambiado su aspecto desde hace más de 65 millones de años. Por lo cual, se adaptan muy bien al ecosistema en donde se encuentran. Según algunos investigadores, estos reptiles los consideran como fósiles vivientes.
A pesar de que, casi no han cambiado, su tamaño y peso sí lo ha hecho. Anteriormente, el más grande medía más de 12 metros, más del doble de lo que actualmente tiene.
