Cunnilingus: claves para realizar esta práctica placentera de forma correcta

El sexo es una práctica de la que mucho se ha comentado, estudiado y experimentado con el paso del tiempo en todos los rincones del mundo. Distintas culturas tienen sus estilos y conocimientos específicos para llevar a cabo esta actividad íntima y personal entre los seres humanos.

El cunnilingus hace parte de los términos que son desconocidos por varias personas en el mundo, pero que se remonta a varios siglos atrás en distintos países y culturas. Esta técnica es una mezcla de sensaciones, estimulaciones y conexiones con la parte íntima de aquellas personas que tienen vulva.

De acuerdo con información que recoge La República, la sexóloga Agustina Fulgueiras explica que esta práctica es una unión del sexo oral donde se lame, mordisquea, juguetea y chupa, ya sea con la lengua o los labios, el clítoris, la vagina y la vulva con distintas intensidades.

“Es mucho más que sacar la lengua a pasear”, afirma la experta sobre esta técnica, indicando que hay patrones errados que se realizan frecuentemente al momento de hacerlas. Una de ellas es ir directo al clítoris, en lugar de comunicarse con la persona y pedir indicaciones sobre cómo le gusta o cómo se siente bien.

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Según la sexóloga, hay pautas para poder hacer un cunnilingus placentero y de la forma correcta, llevando a la persona a disfrutar completamente de esta estimulación. En primer lugar se habla del momento y el lugar adecuado, encontrando un punto de base para ritmos, tiempos y conexiones en situaciones relajadas.

Agustina apunta que otro detalle importante es “hacerse esperar”, llevar el control de la situación y encontrar la manera para que suceda todo correctamente. Por eso recomienda estimular zonas erógenas que están cerca como el pecho, entre los muslos, el ombligo o hasta el cuello.

La experta también comenta que una clave para que este encuentro sea placentero es crear expectativa e ir calentando el entorno antes de llegar directo al clítoris. La recomendación que se da es acariciar las zonas sensibles como los labios internos, los externos, juguetear con la lengua y generar esas ganas.

Otro detalle que es primordial cuando de estimulación se trata es el uso de lubricante, ya que aunque es sexo oral, a veces la saliva no logra ser suficiente para aumentar la excitación en esta zona íntima. Este agregado ayuda a que todo fluya mejor y los dedos se desplacen sin problema alguno.

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Regular la intensidad es una pieza clave, ya que la sexóloga enfatiza en que es mejor estimular el clítoris poco a poco, suave y lento, para así preparar la situación y llegar a un ritmo elevado, donde los movimientos sean satisfactorios.

Por último, Agustina asegura que aquellos que realicen esta práctica deben tener en cuenta las reacciones de quien está viviendo el placer. Lo sustancioso del asunto es percatarse de los movimientos, expresiones, gemidos y respiración, y así ir aumentando la estimulación con la lengua, dedos o juguetes sexuales.

“Si la persona que está recibiendo la estimulación arquea la espalda, se estremece, te atrapa entre sus piernas y empieza a moverse lentamente contigo, lo estás haciendo realmente bien”, afirmó la experta.