En este artículo:
King Kong recibe un homenaje en el 86 aniversario de la película original
El gorila gigante apareció por primera vez en la película de 1933, dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack.
Por:Los actores del musical de Broadway 'King Kong' realizaron un homenaje en Nueva York al icónico gorila con motivo del 86 aniversario de la película original, al declarar un área frente al teatro como "la plaza King Kong".
El céntrico cruce entre la calle 53 y Broadway donde se ubica el homónimo Teatro Broadway fue renombrado así de forma temporal en un acto simbólico en honor al enorme animal, al que nadie olvida escalando el mítico Empire State con la actriz Fay Wray, la protagonista de la película de 1933, en sus manos.
Mira también: ¿Por qué Gabo no quería que 'Cien años de Soledad' llegara a la pantalla?
Para ese entonces el Empire State, que ha aparecido en al menos 200 películas, era el edificio más alto de la ciudad, aunque en los últimos años le han superado otros competidores.
King Kong es la estrella de esta obra de Broadway, un gorila de seis metros y 908 kilos que cobra vida a través de la combinación de la robótica, las marionetas y el arte teatral. El animal "asistió" previamente a un acto en el teatro junto a la directora interina de la Oficina de Medios y Entretenimiento del Ayuntamiento, Anne del Castillo.
Lea también: Jason Momoa se lleva tremendo susto en su avión privado
Castillo reconoció en su mensaje el aporte de King Kong a la cultura de Nueva York, en un evento que además contó con los protagonistas del musical escrito por Jack Thorne ("Harry Potter and the Cursed Child") y dirigido y coreografiado por Drew McOnie.
El musical, que subió a escena el pasado 8 de noviembre, es una versión moderna de la clásica historia sobre "la bella y la bestia".
La obra sigue a una joven y ambiciosa actriz y un aventurero cineasta en su viaje desde las bulliciosas calles de Nueva York de los años 30 a una isla desconocida, para capturar la mayor maravilla que el mundo haya presenciado.
La película original de este famoso simio, dirigida en 1933 por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, es recordada en la historia del cine por su precursor uso de los efectos especiales, con técnicas como el "stop-motion" y el uso de figuras robóticas que imitaban los movimientos del animal.