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Caretas sostenibles, cuando la bioseguridad ‘piensa’ en el planeta
Académicos, empresarios y recicladores trabajan en proyecto pensado en la economía circular con propósitos ambientales y sociales
Por:Lo más seguro es que el término coronavirus vaya a ser el más usado en 2020. Sin embargo, otra de esas palabras más empleadas en el diario vivir ha sido la bioseguridad ¿qué es realmente eso?
Debe entenderse como Bio por vida y seguridad por los sistemas o mecanismos de protección para todos los seres humanos. Así lo resume la ingeniera Siby Garcés Polo, directora del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Libre, quien insiste en que todo lo actuado con este propósito debe estar enfocado a preservar la vida de los seres humanos.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappDe ahí entonces que en medio de la pandemia se hayan puesto en marcha varios protocolos que han incluido tapabocas, caretas, trajes antifluidos y hasta el mismo lavado de manos al menos cinco veces al día.
Ahora bien, en esa misma senda por la bioseguridad, son pocos los que han pensado en que ésta sea adelantada con los objetivos trazados de la economía circular, donde se tenga equilibrio en lo ambiental, social y económico.
Al respecto, el Centro de Investigaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Libre está trabajando en el proyecto de caretas sostenibles, una iniciativa que busca poner en marcha todos los componentes de la economía circular.
“Nosotros en la Facultad de Ingeniería adelantamos actividades donde vamos a tener 26 prácticas en los 33 laboratorios. Por eso, además de los protocolos de distanciamiento, control de aforo, uso de tapabocas y lavado de manos, se implementarán las caretas pero con sostenibilidad”, sostuvo la ingeniera Siby Garcés.
¿Cómo son las caretas sostenibles?
En la Facultad de Ingeniería de la UniLibre se logró identificar que en medio de la pandemia, el consumo de plástico ha aumentado significativamente, inclusive en los mismos elementos de bioseguridad.
Sobre esa base, se pensó en poner en marcha un proyecto que mezclara la necesidad de contar con seguridad frente al virus, pero usando los mismos plásticos que se están consumiendo.
“Todos nuestros proyectos y actividades dan respuesta tanto a las líneas de investigación frente a los temas de tecnología e innovación, pero con sostenibilidad para atender los problemas de salud y a la vez lo ambiental”, explicó Siby Garcés.
Así fue como nació la careta sostenible, un elemento de bioseguridad fabricado con botellas de plásticos de dos y tres litros que sirven para la parte frontal. Además, con las tapas de los envases se hace también el soporte (diadema). Es decir, toda está hecha a partir de plástico reciclado.
Igualmente, la careta tiene un amplio componente social porque la universidad se asoció con la fundación Casorecicla, donde al menos 300 recicladores se encargan de llevar las botellas y tapas para poder contar con los insumos para fabricarlas.
Pero las cosas van más allá porque los recicladores en una especie de ‘gana-gana’ también reciben de la universidad las caretas para que se protejan en desarrollo de sus actividades en las calles.
“Ellos necesitan las caretas porque están todo el día en la calle en el proceso de recolección de los residuos. Por eso, son fundamentales para que cuenten con bioseguridad en sus tareas”, recalcó la ingeniera.
Adicionalmente, la Universidad Libre en el proceso de fabricación también está asociada con Plastired Colombia y la Universidad Central, en una alianza estratégica pensada en el planeta.
Cambio climático, enemigo silencioso
Otra problemática mundial, al margen de la pandemia del coronavirus, es el calentamiento global, un enemigo silencio que ha puesto en aprietos al mundo entero.
Por eso, la Universidad Libre tuvo entre sus consideraciones con las caretas sostenibles bajar el consumo de elementos plásticos para reducir el CO2 que está acabando con el medio ambiente.
“Los residuos plásticos si no se disponen bien y pasan a ser quemados también pueden generar dióxido de carbono contribuyendo así al calentamiento global”, agregó.
Las caretas sostenibles, un proyecto amigable con planeta, aunque inicialmente se pensó sin ánimo de lucro, a futuro puede ser una forma de manutención para los mismos recicladores que trabajan en la iniciativa.