En este artículo:
“Te llevaré”, la historia sobre una simple noche de terror que terminó con un hallazgo escalofriante
¿Es posible vivir con una entidad pegada? Descubre el caso de Clara y qué pasó con ella.
Por:Era una noche oscura y tormentosa cuando Clara decidió quedarse sola en casa. Sus padres habían salido y ella, buscando un poco de aventura, se instaló en su habitación con una manta y una película de terror. A medida que la trama se intensificaba, un rayo iluminó la habitación, revelando una sombra fugaz en la esquina. Clara se estremeció, pero atribuyó la visión a su imaginación.
Al poco tiempo, comenzó a escuchar un suave susurro que parecía venir del pasillo. "Clara... ven aquí..." La voz era tenue y casi familiar, como si alguien la llamara. Intrigada y algo asustada, se levantó y se dirigió hacia el sonido. Cada paso que daba aumentaba su inquietud; el aire se sentía frío y pesado.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappCuando se acercó al espejo, vio su reflejo… pero no estaba sola. Detrás de ella había una figura oscura, con ojos brillantes que la observaban fijamente. Clara dio un grito y se dio la vuelta, pero no había nadie allí. El susurro se convirtió en un grito ensordecedor: "¡No me dejes aquí!"
Desesperada, corrió de regreso al salón y cerró la puerta con fuerza. Se sentó en el sofá temblando, intentando calmarse. Pero el silencio fue interrumpido por el sonido de pasos que se acercaban lentamente. Clara miró hacia la puerta con terror, sabiendo que lo que había visto no era solo su imaginación.
Los pasos se detuvieron justo frente a ella. En ese momento, el teléfono sonó, rompiendo la tensión. Con manos temblorosas, contestó. Era su madre: "Clara, ¿estás bien? Hemos llegado a casa". Aliviada, Clara respondió que sí.
Pero lo más inquietante ocurrió al día siguiente. Mientras revisaba su teléfono, Clara encontró una foto extraña en su galería: era ella misma durmiendo en el sofá la noche anterior. Sin embargo, había algo más: en la esquina de la imagen, apenas visible, estaba la figura oscura con esos ojos brillantes mirándola fijamente.
Con el corazón acelerado, Clara comprendió que no solo había sido un encuentro aterrador; algo había cruzado al otro lado y ahora estaba atrapado entre dos mundos. Desde ese día, los susurros nunca cesaron y cada noche se hacía más fuerte: "Clara... ven aquí...". Ella sabía que debía encontrar una manera de enfrentarse a lo desconocido antes de que fuera demasiado tarde.
Autor: Flor Angie Baena con ayuda de IA