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¡Los fantasmas de Armero! Desde risas, llanto, niños corriendo hasta una abuela en la vía
La avalancha de Armero es una de las peores tragedias de Colombia. Cientos de cuerpos nunca fueron rescatados y sus almas ahí vagan.
Por:Ya son más de 36 años de la tragedia de Armero generada por una avalancha que arrasó (el 13 de noviembre de 1985) con casi todo el lugar y fueron pocos los habitantes que se salvaron. Cientos de cuerpos nunca pudieron ser rescatados,miles de personas murieron mientras pedían ayuda y el municipio fue declarado Campo Santo.
Armero se ha convertido en un destino para aquellos que quieren vivir experiencias paranormales, pues no hay persona que haya visitado este lugar y no diga que presenció, sintió o que terminó huyendo del lugar por el temor que los invadió ¡Son muchas las almas que se hacen sentir!
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappIncluso, varios quedan con la incógnita si a quien vieron, saludaron o le hablaron estaba vivo o era un espíritu.
En el Cartel Paranormal de La Mega, Juan Carlos, quien fue uno de los socorristas que participó en las labores de rescate en aquel entonces, recordó los duros que momentos que se vivieron en ese lugar, de hecho, contó que él fue quien tomó la mano de Omaira, la pequeña de 13 años que murió mientras las cámaras de televisión la registraban y ella conmovía al pedir que no la dejaran morir, sin embargo, los esfuerzos fueron en vano pues no lograron rescatarla.
Relató que cuando llegaron a la zona sintieron un escalofrío porque estaba totalmente devastada tras la erupción del volcán Nevado de Ruíz. Era un silencio horrible. “Cuando llegamos no se veía a nadie, la idea era buscar a vivos o muertos. Buscamos neumáticos porque el lodo era caliente, uno caminaba y se enterraba hasta la rodilla o la cintura, y los usamos para ayudar a los vivos, los sentábamos en las llantas y los jalábamos para irlos sacando”, contó.
Una mujer estaba siendo devorada por chulos
Una de las escenas macabras que tuvo que ver este socorrista fue cómo chulos se tragaban partes del cuerpo de una mujer que había muerto por la avalancha. “Una señora que había muerto, estaba tirada en un lote y había chulos comiéndose el estómago de ella”.
Otras imágenes aterradoras, detalla, era ir caminando por entre el lodo y estrellarse con un brazo, una mano, hasta personas sin cabeza. Esto retrata la magnitud de la tragedia y lo que sufrieron quienes murieron en esta.
Informó que hubo gente que no murió al ser golpeados por la avalancha sino por motos y carros que se llevaron personas por delante que corrían para salvarse, mientras los conductores buscaban huir de la marea de lodo que se venía sobre ellos.
“Cuando llegó la noche, había llantos, gemidos, gente gritando, personas llamando a sus hijos. Nos dijeron que había una niña enterrada y no podía salir, y nos fuimos donde estaba la niña y era totalmente oscuro y con la linterna alumbramos, era Omaira, ella murió por falta de una motobomba porque para poderla sacar teníamos que sacar el agua, debajo de ella estaba la tía, pero a la pequeña una viga de madera le estaba trancando la pierna izquierda”.
Otra gente murió quemada porque el lodo estaba hirviendo. Fueron 17 días rescatando cadáveres hasta que fue declarado Armero un campo santo.
Las almas de Armero que habitan el hospital
Una de las imágenes más crudas de visitar Armero es ver cómo el hospital de tres pisos quedó enterrado, y el último piso quedó como si fuera el primero porque el lodo recubrió el resto de la edificación.
A este edificio llegó mucho tiempo después este rescatista para curiosear en la zona, pero luego se arrepentiría de lo que vivió.
Salió con dos amigos en la noche a caminar y entraron al hospital. Inmediatamente pisaron este lugar, dijo que se comenzaron a escuchar risas de adultos y llanto de niños. “Entramos y a la mitad del pasillo que hay como quirófanos, uno ve cuartos al lado y lado y hacia el fondo no se ve nada. Cuando empezaron a golpear las paredes, sentía que lloraban niños y se reían adultos. Estaba cagado del miedo y les dije salgamos de aquí”.
Juan Carlos cuenta que corrieron y entraron a un cuarto que cree era la zona de pediatría porque había muñecos en el suelo. “Uno miraba hacia un punto y de reojo veíamos como brincaban o saltaban siluetas de niños a subirse a las camitas que estaban enterradas”.
Al ver esto salieron disparados hacia la “entrada”, pero indicó que mientras corrían, eso parecía una escena de película. “Se escuchaban carcajadas detrás y más nos atemorizábamos y mirando para atrás y adelante nos caíamos”.
Después estuvo en otro lugar, junto con su esposa, cerca al río Lagunilla y detalló que al borde del río aparecieron dos niñas que le señalaban que ahí no había nada que buscaran más arriba. Cuando corrieron hacia la carpa, dijo que no pudieron dormir porque oían a las niñas afuera corriendo y jugando.
La viejita fantasma que guía por Armero
Otro oyente, residente en Barranquilla, relató en el Cartel Paranormal que visitó Armero durante la pandemia por covid-19, pero al llegar al lugar se llevó un gran susto pues era de noche y temía por su seguridad porque sabía que en ese lugar no iba a encontrar mucha gente.
“No pensé que todo fuera tan desolado y tenía temor. Cuando iba entrando en uno de los caminos que tiene muchas cruces alrededor, me salió una anciana y dije esta persona vive por aquí y empezó a hablar de todo lo que pasó en Armero y noté en su voz como resentimiento porque los rescatistas llegaron tarde”.
Contó que la mujer lo llevó hasta la piedra gigante que tienes escritas diferentes palabras como sacadas de un libro. “Cuando estaba leyendo eso, miro hacia atrás y la señora no estaba y le di vuelta a esa piedra gigante y no encontré a la mujer, me impresionó y me fui de allí”.
Luego se dirigió hacia el lugar donde murió Omaira y grabó un video, pero señaló que cuando estaba revisando la grabación se escuchan personas hablando cuando él estaba totalmente solo en ese lugar.
"No entendía que decían, y yo me sentí super cansado y agotado, cuando salí de ese lugar sentí como si hubiese dejado parte de mi energía allá adentro, como si me hubieran absorbido todo”.