'La Curva del Diablo': ¿Leyenda o realidad? El tramo más peligroso de Colombia

La ‘Curva del Diablo’ es una de las zonas más emblemáticas y peligrosas de las carreteras en Colombia. Esta curva está situada en la vía que conecta a Bucaramanga, la capital del departamento de Santander, con el municipio de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. Este tramo es parte de la carretera conocida como la Ruta Nacional 55, que cruza la cordillera oriental de los Andes colombianos.

La Curva del Diablo se encuentra específicamente en el sector conocido como ‘Los Curos’, un área montañosa y sinuosa que ha ganado notoriedad por la cantidad de accidentes de tránsito que han ocurrido allí a lo largo de los años.   

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Según una historia paranormal contada por un oyente de ‘el cartel paranormal de La Mega’, programa conducido por Daniel Trespalacios, en ese lugar ocurren cosas inexplicables. En una ocasión, mientras viajaban por allí y él era un bebé, todos vieron a una mujer con cara de calavera y ojos en llamas. Esto les hizo acelerar el auto, pero la sombra los persiguió hasta que desapareció. Lo icónico del caso es que el narrador cuenta que no estaba bautizado, por lo que su mamá decidió buscar la manera de darle ese mismo día el primer sacramento de la religión católica. 

La peligrosidad de esta curva se debe a varios factores combinados: la geografía accidentada, las condiciones climáticas variables y, en muchos casos, la imprudencia de los conductores. La carretera en este punto es estrecha y empinada, con giros cerrados que requieren una conducción cuidadosa y atenta. Además, la visibilidad puede verse afectada por la frecuente niebla y las lluvias, lo que aumenta el riesgo de accidentes. 

El nombre proviene de la percepción de los lugareños y conductores sobre la dificultad y el peligro que representa este tramo específico de la carretera. A lo largo de los años, se han producido numerosos accidentes, algunos de ellos fatales, lo que ha contribuido a la leyenda y el temor asociado con este lugar.  

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Estos incidentes suelen involucrar vehículos de carga pesada, autobuses y automóviles, que en algunos casos han terminado volcados o deslizándose por los barrancos a causa de la pérdida de control. 

Para mitigar los riesgos, las autoridades locales y nacionales han implementado diversas medidas de seguridad. Entre estas se incluyen la instalación de señalización adecuada, límites de velocidad más bajos y campañas de concienciación para los conductores. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la Curva del Diablo sigue siendo un desafío para muchos, especialmente para aquellos que no están familiarizados con la ruta. 

Además de su peligrosidad, la Curva del Diablo ofrece un paisaje impresionante, con vistas panorámicas de las montañas y valles de la región. Los visitantes y locales que transitan por este camino a menudo se detienen en algunos puntos para admirar la vista y tomar fotografías, aunque siempre con la precaución necesaria debido a la naturaleza peligrosa de la carretera.