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Celador aterrorizado por fantasmas en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán: un lugar con oscuros secretos
Celador del teatro que no creía en lo paranormal, tuvo que retractarse de sus palabras; sintió en carne propia la presencia de fantasmas.
Por:Carlos, un celador del Teatro Jorge Eliecer Gaitán de Bogotá, era un hombre incrédulo de las experiencias paranormales, pero desempeñándose en su trabajo habitual en el teatro, don Carlos cambió de parecer luego de vivir en carne propia los despojos de secretos oscuros que alberga este lugar.
Eran casi las seis de la tarde, en uno de los espacios del teatro, los trabajadores acostumbran abrir las ventanas “para que entre aire y entre luz”.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappEste hombre se encontraba con una de las señoras del aseo, quien también cumplía con su trabajo en este lugar, mientras hablaban ocurrió algo que los espantó al instante: todas las ventanas del lugar se cerraron al mismo tiempo.
“Esas ventanas son un poco pesadas, hasta para uno cerrarlas”, aclaró el guarda.
En un momento el hombre pensó que había sido alguna compañera de servicios generales quien quería jugarles una broma, pero al pensar en lo pesadas que eran las ventanas entendió que era imposible.
Es que ese horrible momento no tenía explicación, pues la mujer con la que estaba le dijo que en realidad la otra señora del aseo había salido del teatro a las 3 de la tarde.
Aunque con un poco de temor dejaron pasar ese día, las cosas en el teatro siempre están llenas de misterio; con el transcurrir de los días, el hombre se fue enterando de que no había sido el único que había presenciado cosas inexplicables dentro del teatro.
Varios compañeros e incluso actores que frecuentan el lugar conocieron lo que le había pasado a don Carlos y le contaron las aterradoras experiencias que han vivido.
Uno de los lugares en los que más temen estar solos es el camerino uno, donde los artistas y trabajadores escuchan risas y susurros, justo en esos momentos el lugar adopta una atmosfera supremamente fría, que le pone los pelos de punta a todo el que se quede en el lugar.
Que los espíritus ronden por este lugar no sería una novedad, pues el teatro fue diseñado desde 1938 y justo 10 años después, en 1948, el 9 de abril, Bogotá vivía uno de sus momentos más trágicos de la historia: el asesinato de Gaitán.
En ese momento las instalaciones del teatro se transformaron para albergar varios de los cuerpos que caían en el centro de la ciudad por la revuelta que desató el asesinato del líder político Jorge Eliécer Gaitán. Fue por eso que el teatro que fue bautizado primeramente como ‘Teatro Colombia’ cerró por varios años y luego en 1973 fue rebautizado y reinaugurado en honor a Gaitán.
Muchos dicen que las almas que atormentan a actores y trabajadores del teatro quedaron atrapadas en el lugar desde aquellos tiempos tan crueles, llenos de sufrimiento para tantas personas.