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Aterradora historia de dos niñas que de camino a casa encontraron la muerte a manos de un demonio
Las hermanas Sofía y Ximena jamás imaginaron lo que tendrían que pasar de regreso a casa.
Por:En un pueblo alejado de la ciudad, dos hermanas salieron tarde de clases, así que debían retomar su camino a casa mientras se ocultaba el sol, pero al vivir lejos de la escuela les esperaba un camino de más de media hora a pie.
Sofía y Ximena iban muy felices hablando de cómo había sido su día en el colegio y a mitad de camino sin pensarlo mucho decidieron doblar en una pequeña calle que era un atajo perfecto para llegar antes a su hogar.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappLa angosta calle estaba muy poco iluminada y las hermanas sintieron que algo no estaba bien, así que se miraron la una a la otra para estar de acuerdo en devolverse, pero apenas dieron media vuelta una mujer, que llevaba puesto un tapabocas, salió de la nada y las miró fijamente.
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Las jovencitas dieron tres pasos atrás y pensaron que aquella mujer quería robarlas, Sin embargo, la señora solo preguntó “¿soy linda?”, ante eso Ximena respondió rápidamente que sí.
Enseguida la mujer se bajó el tapabocas y dejó ver su boca totalmente deformada, delgada y muy amplia, tanto que la hacía ver con una exagerada sonrisa forzada, como sui dos ganchos sostuviesen las comisuras de su boca.
Las hermanas quitaron la mirada al instante, pero al mirar al piso vieron unas gotas de sangre, por lo que volvieron sus ojos a la cara de la mujer quien ahora a parte de su macabra sonrisa, tenía en sus mejillas dos heridas en forma de estrella que sangraban y el líquido rojo escurría hasta llegar al piso.
Fue ahí cuando la mujer que ya no parecía humana, sino un demonio, preguntó de nuevo, “¿soy linda?” y Ximena asintió con la cabeza afirmativamente.
La mujer sacó de sus bolsillos un enorme cuchillo y atravesó la boca de Ximena, causándole la muerte al instante.
Sofía trato de correr, pero antes de poder huir de aquella calle, la entidad en forma de mujer surgió del piso tapándole el paso y preguntó de nuevo por su belleza, ante la insistencia, muy temerosa, Sofía respondió que era linda. La mujer la jaló del cabello, llevándola a mitad de calle y con unas uñas extremadamente largas y filosas cortó su garganta, para luego llevarla con ella a un lugar desconocido bajo el asfalto.
Las autoridades del pueblo encontraron a Ximena, quien yacía en la calle; pero solo hallaron un zapato de Sofía y luego de décadas de búsqueda no encontraron jamás su cuerpo.