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Yeison Jiménez y la historia de un concierto que no quería dar pero lo sacó de pobre
El cantante estaba jugando fútbol y fue contratado a la fuerza con alguien rarísimo.
Por:“Soy aventurero, con el corazón”. Así es una de las canciones de Yeison Jiménez que es aún éxito musical en Colombia. Su vida, como esas letras, ha sido toda una aventura donde ha llegado hasta a comprometer su integridad física por ganarse la vida como cantante.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappHace 4 años, cuando todavía no era ese afamado intérprete de la música popular, Yeison Jiménez fue contratado prácticamente a la fuerza para dar un concierto privado. Un día fue llamado por alguien “rarísimo” mientras jugaba fútbol con unos amigos. Le dijeron que debía dar un concierto y que no era opcional esa presentación. Ahí tuvo que llamar de urgencia a sus músicos y los logró reunir a la mayoría de ellos que viven en Cali (Valle del Cauca) e Ibagué (Tolima).
“Me encuentro con llamadas privadas y no conocía nada de eso. No era el artista que humildemente soy hoy en día. En ese momento me encuentro con una persona muy generosa, muy joven, aunque todo el mundo me decía que iba a conocer a un viejo”, contó el propio Yeison Jiménez.
Esa persona, antes de la presentación del cantante, estaba demasiado ofuscada porque, aunque le esperaban a las 5:00 de la tarde, solo logró llegar con los músicos a la 1:00 de la mañana. Tuvo que explicarle que parte de su equipo no vive en Bogotá, algo que al final entendió esa persona.
Lo que no esperaba Yeison Jiménez es que esa insólita presentación a la cual fue llevado casi que obligado prácticamente lo sacara de la pobreza en que aún estaba sumido.
“Después de la presentación, este hombre me quita el reloj que yo tenía y lo bota al techo. Luego sacó una caja y me regaló un reloj. Cuando me enteró cuánto vale el reloj me doy cuenta de que con eso me pueden matar 300 veces en Colombia. Tomé la decisión de vender eso para comprar una casa porque no tenía vivienda propia”, relató.
Poco después empezó a ofrecer el instrumento para venderlo a un buen precio. “Me llama el mismo sujeto para decirme ‘me están ofreciendo mi reloj’. Pasé entonces a explicarle que no era un tipo rico o con dinero. Le dije que no tenía casa y que no hacía nada con un reloj de todo ese dinero”, dijo.
Posteriormente, en su diálogo con esa persona, le aseguró que lo único que estaba haciendo era venderlo para hacerle una casa a su mamá. Este sujeto le manifestó que le hiciera la casa a su madre y que cuando la terminara le mandara una foto.
“Fue el detalle más grande y ha sido el concierto en que económicamente más he ganado en mi vida, pero son de esas cosas que ni quería ir por allá, pero todo resultó ser una gran bendición porque me hice una casita que aún tengo gracias a Dios”, agregó.
La historia de Yeison Jiménez resulta ser toda una paradoja si se tiene en cuenta los humildes orígenes del cantante, alguien que de niño debió doblar costales, vender aguacates y luego dar el salto a cantar en almacenes para promocionar productos.
“Yo empecé cantando en carnicerías donde me tocaba en la calle con un parlante y a la mitad de la canción parar para decir ‘sigan que hoy tenemos la promoción’. También canté en buses... yo estuve en toda la película para llegar a ser cantante”, aseguró.