Sara Uribe y sus tropiezos para emprender: perdió su negocio terminó embargada

En medio de ese proceso, la modelo se vio obligada a sobrellevar la traición de una amiga y socia en su emprendimiento de belleza. Todo empezó con la idea de Sara Uribe para montar una casa de muñecas, pues se aferró a la idea de que aunque ella no la tuvo, quería montarla y hacer emprendimiento con eso.

Conoció una muchacha que sería la que le ayudaría con los temas financieros y confío plenamente en ella, pero la historia no terminó muy bien. 

"Le conté mis sueños y ella me dijo no de una, yo soy la tesa en finanzas. Yo le dije bueno, vamos a poner mitad y mitad entonces, este es mi sueño", dijo en La Sala de Laura Acuña, un programa de YouTube de la presentadora.

Aseguró que reunió a personas que conocía de antes, con las que había trabajado y sabía que eran buenas para nutrir a su nuevo proyecto  'La casa mágica de Sara U".

Explicó que no sabe qué le pasó a su conocida, pero se sumó todo, porque en ese momento ella se fue para China, luego a Brasil y cuando regresó vio que a la mujer le había fallado e incluso comenzó a clasificar las firmas de Sara. 

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"Se puso a falsificar mis firmas, a hacer préstamos a mi nombre, por su inexperiencia hacía cosas que no debía hacer y no me lo decía, me falsificaba los informes".

Al volver de Brasil y enfrentarse a la realidad, encontró que tenía muchas deudas y debía hasta los salarios de las personas que trabajaban en el local, claramente el nombre de ella era el que se veía inmerso en todas esas problemáticas, aunque su colega había sido la directa responsable.

Lo más complicado de todo es que cuando Sara expresó querer su local, la mujer le indicó que debía pagarle para recuperar "La casa mágica de Sara U". En medio de la charla, cotó que ahora con esa mujer se encuentran en un proceso legal para este fin.

¿Cómo se da cuenta Sara Uribe del mal estado de su emprendimiento?

La modelo le presentó a un amigo de ella, un ingeniero petrolero, a la mujer encargada de las finanzas de su proyecto. Él confió en su nombre y pensó en poner una franquicia del local.

Aunque después se hicieron amigos entre ellos y fue él quien se dio cuenta que las cuentas no daban en el negocio de Sara, sin embargo, la persona a cargo nunca había expresado nada.

"Me empiezan a llegar pagarés y demandas de las empleadas, que por una cosa, que por la otra. Eso fue una cosa absurda. Yo empecé a trabjar para pagarle a la gente".

Sin embargo, nada detuvo a Sara Uribe para tratar de salir adelante, así que se fue a Medellín y empezó de ceros con ayuda de un amigo, que le prestó un apartamento para vivir con su hijo. 

Poco después pidió que le trajeran cosas que habían quedado de las sedes del anterior emprendimiento y montó otro local, mucho más pequeño y menos estilizado que su anterior intento, pero se dio cuenta que aunque pequeño y no tan lujoso, su trabajo ahí  ya generaba ganancias. Por lo que definitivamente se da cuneta que aquella mujer de "La casa de las muñecas" la había estafado.