En este artículo:
Sara Corrales dice que Robinson Díaz la volvió a buscar años después "pero yo ya no creía en esos cuentos"
"No, muchas gracias... por favor ubícate": Sara Corrales se negó al segundo supuesto cortejo de Robinson Díaz.
Por:En el 2009, el mundo del entretenimiento se paralizó al descubrirse la infidelidad de Robinson Díaz a su esposa Adriana Arango con quien llevaba 17 años de casado y tenía un hijo, pues el actor sostuvo durante varios meses un romance con Sara Corrales, esto mientras ambos hacían parte de la producción 'Vecinos'.
Lee además: ¿Juanes y Johana Bahamón? La historia de los cachos que perdonó Karen Martínez
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappLa infidelidad fue descubierta por la misma actriz Adriana Arango, pues en medio de una confusa situación, ella vio con sus propios ojos a su esposo acostado en la cama de la que para ese entonces era su amante.
Ese choque emocional hizo que Adriana le pidiera a Robinson Díaz el divorcio, pues ella ya no se sentía segura al lado del hombre que un día consideró su amigo, amante, consejero, socio y demás. La pareja estuvo separada durante un tiempo prudente, sin embargo, en el 2014, ambos decidieron darle una nueva oportunidad al amor y a la posibilidad de seguir construyendo su familia.
Con respecto a Sara Corrales, la actriz no logró tener un papel importante en su carrera actoral en Colombia, por lo que decidió empezar de cero en México, un país en donde está triunfando con su talento y belleza, no obstante, su triangulo amoroso del pasado aún la persigue, pues en su más reciente entrevista con Mara Patricia Castañeda, la paisa de 37 años fue cuestionada por lo sucedido con Robinson Díaz hace más de diez años.
Según el relato de Sara enfrentó la situación con valentía, no obstante, también aseguró que años después aparentemente en la producción 'El Señor de los cielos' se lo volvió a encontrar y supuestamente, Robinson Díaz trató de cortejarla por segunda vez, sin embargo, para esa ocasión ella se negó, pues ya no era una niña, sino una mujer la cual no creía en sus "cuentos de hadas", razón por la que pasó por alto el ofrecimiento.